sábado, 26 de noviembre de 2011
los viajes de totoro-cali
Estoy muy contento por haber cruzado el charquete via AVIANCA y por gentileza del Festival de cine de Cali. Una compañia muy guay, con azafatos amables que siempre te están ofreciendo comidita, jugos y Johny Walker, ajajá!. Además su apuesta de entretenimiento no tiene desperdicio. En su tele, los pitufos y el planeta de los simios, ¡versión latina!.
El vuelo son unas 11h. directo desde Madrid y cuando llegas uno se marea un poco por eso del jet lag, que son -6h. El aeropuerto es una caótica alegria como toda la ciudad. Muchos polis, perracos y las maletas quedan abandonadas por los suelos, así que hay que estar al loro con ellas o.O después hay que coger taxi. Bueno, en Cali uno o alquila un carro o se mueve en un taxi amarillo siempre, que son baratitos y las distancias enormes; This is America. Los buses mejor solo para verlos de lejos y hacerles fotos porque pertenecen a empresas privadas, parecen de un catálogo de los 70's y funcionan reguleros. Ala ya estamos de lleno, en la que llaman, la sucursal del cielo.
Entiendo que tengais algún prejuicio sobre Cali #FAIL y de Colombia en general #FAIL, que si la guerrilla que si el cartel, que si es un pais muy violento, blablabla. Todo está en la cabecita y la actitud de cada uno. Una justa precaución y listo, a pasarlo bien y a dejarse llevar por la supermegaamabilidad de sus gentes, la buena y abundantísima comida y el calor tropical. Allí no hay estaciones, hay temporada de calor y temporada de calor con lluvias, tocó la segunda.
Para cambiar el dinero nada de dólares como pone en las guiitas mejor sacar pesos directamente de un cajero. Hay sí precaucioni ;) aconsejo cajeros en centros comerciales, el propio aeropuerto o los hoteles. 1€ equivale a 2599'43 pesos así que hacer cuentas. La vida en Cali, es baratica. En un centro comercial, los domingos por la mañana hay misa, para que os hagais una idea. Diferent!
Para dormir, me gustó la zona del barrio de San Antonio y el Peñón. En una gran ciudad de cemento y coches y barullo, este barrio es como un pueblecito, un remanso de paz, con sus casitas de colores, hoteles y bares y restaurantes chachis. Mi casita era en el Hotel Travelers- edificio Rayda- me moló por que era un pequeño apartamento y me hice superamigo de la Señorita Jasmine, de la recepción. Desde aquí le mando un besi a ella y a sus compis que eran superparlanchines.
Se pueden beber muchos zumos, comprados directamente en los carritos de la calle; jugo de lulo y guayabana los más buenos. Para comer, el restaurante- Peñón de San Antonio, frente a la loma y la iglesia, no tiene perdida y así de copichuelas, son ricos los mojitos de café. Como curiosidad, al café solo lo llaman, tinto o negrito ;P
Un día mi Angel me llevó de excursión. Os explico, el Festival pone a todos sus invitados un Angel guardían (literal) para que te acompañe donde quieras mientras dure el Festi, el mío se llamaba, Sandra y quiso que conociera una reserva natural- el rio pance donde salgo en la foto. Después me llevó a un pueblín, Ginebra a comer sancocho de gallina, platano frito y escuchar salsa que es lo suyo.
Con el dire del festi que además es director de cine de culto, Luis Ospina lo pasamos todos chachi, gran anfitrión, elegante, culto y divertido, todo amor. Me contó anécdotas de los tiempos del Caliwood, los locos 80's, que fueron también los años locos de la coca, y del poeta y cineasta, Andrés Caicedo. Un tipo fuera de lo común, que decidió morir a los 25 años. Me llevé todos sus libros, tristemente no se han editado en España pero en Colombia y Argentina es un mito. En el festi vi dos pelis guays; Las marimbas del infierno y Attenberg.
También hice otra amiguita, Elena que es la niña de Blogs&Docs. Era la otra paisana españolita.
Criticón me pongo con los coches. En Cali, cuando se cruza se cruza, más que en cualquier sitio, apenas hay un semáforo en todo el centro, no se respetan los pasos de cebra y no hay carriles así que uff, un lio.
Los colombianos son gente orgullosa de su pais. Me puse en pie para escuchar sus himnos en tres ocasiones, no os digo más, respeto. Para visitar, la Plaza de Caicedo, repleta de puestecillos, el parque de los Poetas donde hay como antiguos escribientes con máquinas olivetti que pasan documentos para los más viejitos, muy romántico todo, el museo de La Tertulia, el convento de la Merced y la galeria, lugar a dudas.
El lio más gordo fue en el viaje de vuelta, en el aeropuerto donde me trataron un poco mal y me puse así :( pero mejor no recordarlo demasiado, para que os hagais una idea me olisqueó uno de esos perracos entrenados y me pasaron por un scaner de cuerpo entero para verme la barriguita.
Por aquí os dejo fotos varias y más.
Wellcome to Cali!!.
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