Méxicooooooooooooooooo por fin!! Después de yo que sé, casi
20 años queriendo ir, pues oralé! ya se me logró.
Toda la aventura, empezó en el aeropuerto, claro. En el de
Madrid y con la compañía Aeroméxico con la que hice vuelo directo hasta el
aeropuerto Benito Juárez en México City.
Importante, no cambien pesos en Madrid, háganlo ya en México que les va
a salir mucho más a cuenta. Aeroméxico es una línea estupenda (bastante mejor
que Air Europa por ejemplo con la que hice el regreso) te sirven comida caliente
y bebidas alcohólicas por si quieres aterrizar piripi, tienen pantallas
individualizadas para cada asiento con menú entertaiment y mola porque puedes
elegir cine mexicano como “Güeros” o “La Danza del Hipocampo”, el servicio
además de cabina es encantador.
Al aterrizar lo mejor es contratar un taxi en la misma
terminal (T2 desde España) hay varios puestos de taxi seguro, que pagas por
adelantado en una de las ventanillas. Hay varias compañías, puedes probar, pero
suele costar, hasta Centro Histórico por ejemplo, unos $250 (para no liarse,
hay que dividir entre 20 para el cambio a euros). El tráfico en esta ciudad no tiene nombre,
pero dentro de lo que cabe el aeropuerto no está situado lejos.Para el resto de viajecitos, tienes que contar mínimo 40 minutos hasta el destino.
Me alojé en un hotelazo 4 estrellas al principio de la estancia,
el Hotel Catedral, al ladito del Zócalo (donde me enuentro en la foto) centro neurálgico del Centro, la plaza
más grande del mundo y donde están la Catedral Metropolitana (como son muy yeyés dentro hay altares a la Virgen de Guadalupe adornados on globos de Hello Kitty) Al ladito
también del Centro Cultural de España en México, mis hostes en este viaje. En
el Centro Cultural de España en México, que es un espacio superbonito, mis
amics dieron un taller curatorial con un grupo de jóvenas mexicanas de los más
interesantes y dejaron en la sala expositiva, Project Room esta instalaciónhasta el 4 de agosto.
Qué deciros del Centro Histórico, locurón padrísimo. Calles
repletas de gente, con demasié de comercio en las calles, en CDMX se come y se
bebe todo el rato fuera, voceadores a las puertas de los comercios para venderte lo que sea y mucho
bullicio. Hay momentos en los que la circulación se hace difícil y pareces
estar al borde del colapso. Como hay mucho tráfico pues el tránsito se
complica. En los alrededores de la Catedral y muy cerca del Palacio Nacional,
donde se encuentran algunos de los murales más famosos de Diego Rivera. El
edificio es precioso y la entrada gratuita hay hasta “Limpias” vaya brujos que
te limpian el aura por unos pesos. Destaca también la visita al templo Mayor
(arrasado por Hernán Cortés) Cuando uno está allí, se da cuenta de las
barbaries que hicieron los españoles aniquilando la cultura y a la población
original hace 500 años :/ Hay una cafetería con terraza, es la cafetería de una
librería allí justo desde donde tener una deslumbrante perspectiva de todo el
Templo Mayor y la Catedral cristiana al fondo. Toda esa zona con sus edificios
coloniales y demás a ratos parece Sevilla o a ratos incluso Madrid. Se puede ir
andando a todo en el centro y hay mazo para ver. Os destaco el ExTeresa, una
iglesia, convento desacralizada dedicada a la documentación y visibilización de
las artes performativas en México. Hay miles de museos en la ciudad, de hecho,
creo es la ciudad con más museos del mundo. El Museo de la Ciudad de México,
también está por aquí y el Palacio Iturbide donde visitamos una exposición de
la gran fotógrafa mexicana Graciela Iturbide. Al final de la loca Avenida
Madero donde lo mismo te hacen una montura de gafas, que unos tacos, que un
zumo de guayaba que un tatuaje, llegamos previo paso por la preciosa Casa de
los Azulejos (mix de estilo colonial y casa típica de azulejos portugués) a la
Torre Latinoamerica, aunque sea una cosa muy turística, mola pagar la entrada y
subir para ver las vistas y darte cuenta de la “monstruosa ciudad en la que
estás”. Al lado se encuentra el Palacio de Bellas Artes, un edificio Art Decó
increíble, en su interior murales de Rivera, Siqueiros, Orozco y Tamayo. Lo que
le gustan los murales a los mexicanos!! Hay expos muy chulas también como la
dedicada al gran pintor contemporáneo mexicano, Francisco Icaza, todo un
descubrimiento para mí. Desde allí, no cae lejos el barrio chino FAKE, el
mercado de San Juan, donde puedes comer delicias locales como los chapulines y
el grandísimo mercado de artesanía e la Ciudadela, donde te vas una mañana y te
lo compras todo. La artesanía, ropa, complementos etc es super colorida y
vistosa (ya sabes catrinas, bolsas con la cara de Frida, máscaras del Santo
etc) valen poco y quedas guay con los regalitos a la vuelta. Haz hueco en la
maleta. Digamos que una vez terminas por aquí, llegas a un ensanche más europeo
con el Paseo de la Reforma, donde está el famoso Ángel, el Parque de la Alameda
y la Avenida de Chapultepec. Por aquí suele haber muchas protestas y
concentraciones multitudinarias y flipas un Starbucks (puag) cada 20m. Hay
muchos muchos bares y restaurantes, no hace falta que entres a nada gringo. Los
menús corridos (menú del día) al cambio son 3E y a la carta en un sitio medio
delux, 10E. En los menús dan una sopa, arroz con perejil, plato fuerte (puede
ser enchilada) y postre. De beber un agua del día, que es agua con sabor a
frutas, a mi especialmente me gusta la de tamarindo y todo lo que lleve
tamarindo así en general. Después te puedes tomar una nieve o paleta (helados)
de tamarindo también. El servicio es megaprofesional y educadisimo, como toda la gente allá. Muy hospitalaria y cariñosa. Las cuentas son abiertas, como en los USA y es lo suyo dejar 10% de propina. A lo mejor al principio hasta algún camarero te agobia pero ya cuando regreses a la borderia madrileña, te acordarás de ellos. Cuidado con no beber jamás agua del grifo (sólo agua purificada
o ya embotellada) y cuidado con lo que comes en general porque te da la maladie
en la tripita con el conocido “mal de Montezuma” para los turistas y lo puedes
flipar. ¡Cuidado con el picante! si la salsa que acompaña es verde, es chile
habanero: HUYE. Ni tan mal si metes Fortasec en la maleta. Damos un salto
ahorita a los barrios hípsters por que como en todas las ciudades grandes del
mundo, la gentrificación ha llegado y lo ha hecho en dos barrios muy próximos
entre sí que ya de por sí, eran bonicos.
La Condesa y La Roma, separados tan sólo por un tramo de la famosísima
Avenida de los Insurgentes (la arteria central de CDMX y la calle más grande
del mundo mundial. Sí en México lo hacen tooooooooooooooooodo a lo grande. Los
edificios de ambos barrios, pero sobre todo la arquitectura predominante en la
Condesa es Art-Decó, un poco como el racionalismo europeo de los 20 y 30. Allí
se encuentra el edificio Excelsior, en peligro de derrumbe después del último sismo
por que claro no os lo había dicho, pero México es tierra de Terremotos y
desastres naturales varios. El protocolo contra sismos está muy enraizado, como
aquí la alarma de incendios y es que ocurren a menudo. Cada vez que suena una
alarma, a la gente le entra el tembleque. Si te pasa estando allí, has de
protegerte en uno de los marcados “sitios seguros”. Es una movida. Yo me asusté
cuando en off una voz soltó todo los de los terremotos en la sala de cine de la
UNAM. Además, que visité el país en época de lluvias, allí las lluvias no son 4
gotas, es lluvia tropical y te asustan. Bueno pese a ser los barrios hípster y
por tanto más caros para vivir (con la excepción de Polanco que es su Barrio de
Salamanca) en la Condesa sobre todo hay bastante movimiento de drogas en los
últimos años y puedes encontrarte con cosas feas. A ver, yo hasta vi Narcos
México y no hay que estar sicótico por las calles de la ciudad, pero sí
precavidos por que hay muchas drogas, muchas armas y muchas peleas. América
Latina rules vamos 😉 (es broma,
pero vaya que seguro al 100% no estás never jamás. sobretodo con cara de guiri). Yo, por ejemplo, no quise experimentar
ni el metro, ni el camión (o bus urbano). En España no hace falta, pero allí
llevarte la app de Uber o Cabiby pues te salva un poquitín el culo por que las
distancias son gigantes y como son plataformas digitalizadas, es todo bastante
seguro y legal siempre. No hay que regatear ni nada (como si pillaras un taxi en
marcha). Volviendo a la Condesa, me gustó mucho el Parque México que es super kitsch.
La Roma se ha hecho superpopular por la peli de Cuarón y fuimos a ver la casa
donde se rodó, es bastante fácil de encontrar y que está justo enfrente de la
casa familiar real de la familia Cuarón. En la Roma hay muchos bares tipo Berlín o Malasaña. Puedes beber cerveza
local: Corona, Victoria, Modelo, Pacífico son ricas y si eres un tipo
arriesgado, atreverte con una michelada o pasar directamente al mezcal. En la
Roma hay lugares interesantes como el Cine Tonalá y bastantes galerías de arte.
Se parece a Los Ángeles. Podéis buscar depa allí para quedaros una temporada.
Hay bastante Airbnb (más caros que en el Centro) y mazo de gringos. A la
entrada de la Roma, hay una zona, como un pueblo que no está cambiada y se
llama la Romita, Buñuel rodó parte de Los Olvidados y está señalizado. Otra zona de la ciudad que me gustó mucho es
la vecindad de Santa María de la Ribera. La primera colonia (colonia es barrio)
de clases medias de la capital. Es muy bonito, tiene un kiosco morisco, sitios
lindos de colores para comer y el Museo del Chopo que es Centro de Residencias
artísticas y alberga una fanzinoteca. Al otro lado de la ciudad, al sur está
Coyoacán que es una preciosura y es muy turístico también pero como que toda la
esencia de México lindo y querido están allí. Es el barrio bohemio y donde a
mediados del SXX fueron a parar la Frida Kahlo, el Diego Rivera y Troski. Allí
puedes visitar la maravilla de las maravillas que es el estudio de Frida yDiego, diseñado por el arquitecto Juan O'Gorman. También la casa azul de Frida,
aunque está petada de turistas y la entrada es cara en comparación con
cualquier otro museo de la ciudad y la Fonoteca (antigua casa de Octavio Paz)
que es un lugar de ensueño, lleno de vegetación. Cómo crecen las plantas, las
palmeras, las flores por cada rincón. ¡Qué bonito es! Y desde cuando en España
nos volvimos tan grises. Pediría a los Ayuntamientos pintar las fachadas de
colores, seríamos más felices. La Universidad de México, la UNAM es locura.
Está como en mitad de un bosque inmenso y por allí está el Estadio Olímpico del
68 y el MUAC y la Cinetea que es como un centro comerial pero solo de salas de ine independiente O.O. Otro edificio fascinatorrrrrrrr es el Museo de Antropologia.
Polanco, es otro lugar de interés. Por que está lleno de rascacielos y parece
Japón o Seúl. De hecho, es la única parte de la ciudad donde vi orientales.
Allí entre arquitecturas futuristas está el Museo Jumex, propiedad del rey de
los zumos Jumex y mazo de casoplones.
Por circunstancias, además de en el Centro Histórico, tras el Hotel
Catedral, viví allí también en el más modesto Hotel Isabel, me alojé unos días
en casa de mi amiga María Fernanda que es escritora y guionista y sabe muchas
historias chulas. Ella vive en un barrio residencial bastante majo, Colonia
Nápoles, en una casa muy bonita de grandes ventanales y la curiosidad de esa
zona es que todo son calles con nombres de ciudades estadounidenses y está
junto al World Trade Center de México donde puedes coger un cómodo bus y
en 2h plantarte en Puebla. En Puebla fui muy feliz. Allí tengo una vieja amiga
que estudió conmigo a few years ago en Salamanca, Erika, así que el reencuentro fue
chachi. Puebla es muy monumental y tiene una prestigiosa universidad, también
muuuuuuuuuuchas iglesias y arquitectura barroca y una cerámica típica que se
llama de Talavera en azul y blanco. Puebla es capital gastronómica, me contaron
donde mejor se come del país junto con Oaxaca (que queda visita pendiente para
la próxima) y ostras es que está padrísisimo el mole poblano. Me parece una
ideaca que cocines con chocolate y especies. En Puebla me interesó el Museo
Amparo y la miniexcursión a una ciudad vecina que es Cholula y donde puedes
visitar los restos arqueológicos y la pirámide, la más grande y antigua que se
conserva. Hay que estar un poco en forma para subir y tener precaución con los escalones. Este viaje me ha servido para ponerme pilas sobre toda la cultura
mesoamericana o prehispánica y como se respeta y se ha ido conservando pese a
los siglos de colonización europea. En la cultura gastronómica y en la religión
está superpresente, también en el idioma. Hay muchos bares en Cholula y para
comer antojitos que es eso cuando se te antoja algo chiquito (tortillas de
maíz, quesadillas, tacos) y allí, no sin mucho buscarla encontramos una
auténtica pulquería ^-----*) escondida como en una vieja llanteria y regentada
por un yayo encantador. Hay mucha magia en México. Podría extenderme mil, pero
creo que ya es suficiente y como me late que volveré pronto pues termino aquí
este diario.Ya me siento chilango.