Mi crónica del viaje primaveral este 2023 ha sido a EUROPA visitando las dos grandes capitales del Imperio Austrohúngaro (en homenaje también a mis queridos Azcona y Berlanga que siempre lo mencionaban en sus películas) Viena y Budapest, dos ciudades con historia y preciosas, muy similares en muchas cosas y muy distintas en otras. Vamos con Viena primero.
Desde Madrid podeis volar desde la T1 con Ryanair y el vuelo dura cerca de 3h. Allí llegas también a la terminal 1 del aeropuerto y para ir al centro puedes coger un tren (hay dos, uno más directo y caro y otro por unos 4€ el trayecto- OBB- que hace paradas hasta la estación de trenes de Viena Central donde hay metro para poder ir a tu destino). El transporte es caro pero funciona bien y allí no hay tornos, confian en la ciudadania y te diria que no te hagas el listillo y compres tu abono (el turistico por 72h son 17€) aunque no te lo pida nunca un revisor para estar tranquilito que la Polizei en este pais da miedo. El abono te vale además de metro, en alemán U-Bahn- hay 5 líneas, tranvia y bus. Os recomiendo el hotel donde estuve pernoctando-
Hotel Caroline no está en el centro pero sí cerca y bien comunicado por la U1 (la línea roja) desde Keperplatz con todo el centro más turístico. Viena es una ciudad megalimpia y tranquila, no está tan iluminada como Madrid y se va muy bien y tranquilillo(creo que aquí en Madrid hay un exceso de contaminación lumínica y de suciedad con respecto a otras capitales europeas, ahí lo dejo para futuras municipalidades) no obstante, la salida de ese metro está en una placita un poquito de trapicheo pero no pasa nada de nada, cada uno a lo suyo y enseguida te cruzas con la Gudrunstra. que es la calle del hotel. Es un edificio de apartamentos señorial con habitaciones muy amplias y confortables (como en la mayoria de las casas austriacas el WC está separado del resto del cuarto de baño). El desayuno es variado y rico, tiene fruta fresca y el café te lo sirven en mesa, no es para menos en la capital del café y las cafeterias). Si llevas en la maleta ropa deportiva, sabed que hay gimnasio gratis para los clientes. La ciudad de Sisí y Mozart es muy paseable. Por cierto, os recomiento la película "
Corsage- La emperatriz rebelde-" para ver y conocer mejor a este ídolo pop que fue la emperatriz. Han vuelto los grupos de turistas asiáticos después de la COVID y paisamos japos por todas partes y haciendo trillones de fotos. Los hightligts de la ciudad son La Catedral de San Esteban, La avenida de la Ringstrasse (donde se encuentran casi todos los edificios más emblemáticos)como la Ópera que es la más importante del mundo y el Palacio Hofburg que es el de Sisí. También el Ayuntamiento y un teatro super!!! El entorno de palacio tiene cuadras con caballos españoles, tienditas de anticuario, Josefsplatz que es lugar emblemático donde se desarrola la mayor parte de la película y libro "
El tercer hombre". El otro palacio imperial y para mi más bonito de cara a visitarlo y pasearlo por el edificio barroco-rococó, la ubicación, alejada del centro y los jardines y glorietas y calesas de caballitos que hacen popole jeje es Schonbrunn que en su día era residencia de verano de los Habsburgo. Hay metro directo- U4- Schonbrunn.
Un sitio muy guay y distinto son los bloques y la pequeña ciudad utópica, ahora de socialismo queda poco aunque siguen siendo viviendas particulares- la comunidad de Hundertwasserhaus- 1973 inspirado en las formas de Gaudí pero con mayor colorinchi. En la ciudad de la música clásica, puedes visitar las casas de Mozart y Beethoven, es curioso como te ofrecen conciertos de los compositores más famosos como si te ofrecieran drogainas los dealers jiji. Hay música para todos en Viena. También está la casa de Freud pero llovió mucho y pasé de ir a verla aunque tenia pensada una performance locatis en su honor. Es interesante si hace bueno, aquí hace más frio y llueve más, o sea la primavera no es el verano español de mayo, un paseo por el parque de Stadpark cuya entrada, al igual que las entradas del metro (la más espectacular es Karlsplatz) y otros edificios emblemáticos como la Caja Postal de Ahorros es obra de Otto Wagner. El estilo Jugendstill o del modernismo vienés de principios del siglo XX es lo más y ahí destaca la Secession de Joseph M. Olbrich que además alberga el Friso de Beethoven de Gustav Klimt en su interior y es un centro de arte contemporáneo con esposiciones temporales bastante guays. Sí recomiendo visitar la Secession no así el Palacio de Belvedere, o sea el edificio sí y los alrededores pero los museos son una caca y un sacadero de dinero en función de las llamadas obras maestras de Klimt (todo gira en torno a El Beso) y Egon Schiele. Las tres partes del museo son excesivamente caras, hay colas, está mal organizado, el edificio de contemporáneo está lejisimos de los otros dos y no hay oferta con él y el resto, es decir no te dejan hacer entrada combinada y bueno los baños son un asco como de avión o tren :/ que yo cuando estoy fuera suelo hacer pipi en los museos, confiando... pues aquí, no. Hay otra zona de museos importante en el centro- Musseumsplatz pero no fui aunque creo que el MUMOK está bien y el Café Leopold del museo del mismo nombre. Los cafés son preciosos y sí se puede hacer turismo de cafeses ;) La resposteria- pasteleria es una genialada, de aquí es originaria la tarta Sacher de chocolate y confitura y por supuesto la Apfelstrudel de manzana. Hay dos cafés decimonónicos pero muy caros El café Mozart y el Landtmann. Yo me quedo con otros dos; El Sperl que es bellísimo y algo más barato que los otros dos (salia en la cursi Antes del Amanecer) me encantan los periódicos grandes sobre las mesas de billar y los pianos de cola, los camareros de profesión, las cortinas, la madera... y el
Jalinek tiene un ambiente decadente y superguay. Además de café y tartas, cervezas en tamaño gigante y si como yo no bebeis alcohol, pues limonada casera de limón y naranja. El Jelinek está en el barrio y distrito así como más trendy jeje, más berlinés también. Neu bau se llama. Antes de coger el tren rumbo a Madrid, deciros también que mola el Prater, el parque de atracciones más antiguo del mundo con esa noria que aparecia también en el Tercer Hombre y que está construida con viejos vagones de metro y comer el plato más tipico que es menú infantil y son los filetes empanados de pollo o milanesa o Wiener Shnitzel que os recomiendo un restaurante superauténtico para comerla-
Caktus2- muy ochentero y cerca del Hotel Caroline. Qué el menú más famoso sea infantil es una fantasia. Es muy recomendable, si tienes días por delante, de Viena viajar a Budapest, la ciudad del danubio azul, la segunda capital del Imperio y fav. de Sisí. Hay un tren baratillo desde la esatción central de Viena que tarda unas 2h en llegar a Keleti que es la estación de trenes de Budapest. El tren es muy retro comunista, en plan cabinas de los 80 pero bien, una experiencia ;) mejor comprar los billetes online y la esatción para bajar en Budapest es la segunda, cuidado! que si no bajais terminais en Rumania!!!. Mi hotelillo en Budapest fue el
Medosz en el centro centro de Pest (las dos ciudades están separadas por el inmenso Danubio; de un lado la más monumental y turistica de Buda y del otro, Pest que es muy bonita también pero más ciudad normal). El metro es L1- Oktogon. El hotel es viejuno, las habitaciones pequeñas, falta fruta en el desayuno y te tienes ojo!! que llevar tu gel de baño y champú, tampoco cambian toallas y sábanas a diarios, solo cada 3 días, si las quieres antes debes pagar, yo esto no lo había visto nunca. El café es de máquina que mola menos, a su favor la ubicación. La linea 1 (amarilla) es la más antigua de Europa después del de Londres y es un metro este como de juguete. Como en Viena no hay tornos, la card turistica de 72h está muy bien y aquí además si hay bastantes revisores que te multan si no la llevas encima. Es más cuquis viajar en tranvia también y deciros que el transporte funciona como un reloj y que es una ciudad superlimpita y tranquila también pero excesivamente turística y eso agota. Se ha quedado toda en el SXVIII así que para una visita está bien pero al contrario que con Viena que si es interesante y dimámica, no viviria en Budapest. El pais pertenece a la UE pero no tiene euros, o sea puedes pagar en euros pero funciona con moneda propia que son los florintos o florines hungaros y es mejor que cambies allí directamente o lleves desde España. El nivel de vida es más barato que en Madrid así que sale a cuenta pero con la globalización ya nada resulta ni tan barato ni tan caro tampoco. Aún así la hosteleria sale a cuenta y los cafés, aquí os recomiendo el
Central con su Dobos torta es más económico que los cafés vieneses. Es superbonito, el servicio es excelente y te puedes encontrar con música en directo. ¿Por qué hemos perdido la tradición de los cafés en España? es una pena. En Budapest tienes que comer tartas y beber las grandes cantidades de cerveza que te ponen, las cantidades de todo son enormes. Son muy soperos, el
Goulash es el plato principal y echan mucha paprika que es como pimientón. Tanto en Austria como en Hungria son supercarnívoros y hay mucho embutido también y guisos de carne. El llamado café más bonito del mundo está en Budapest y es el New York Café pero mira entre las colas de influencers insoportables con las fotitos, las reservas y tal es un circo todo. A ver, para ver El Parlamento que por la noche es un espectáculo, cruzar el Danubio, el Puente de las Cadenas y el Castillo de Buda al fondo, esa es la postal que habreis visto millones de veces. A mi me encantó visitar los balnerarios, si puedes, a mi me dolia la tripita esos días, pero un must en bañarte en los balnearios de Gellert o Szécheny que salen por unos 39€ el día y llevarte tu, porque te clavan en el alquiler, bañador, gorro, toalla y chanclas. Parecen sacados de una peli de
Wes Anderson. Las calles centrales son la comercial de Vaci Ukta donde comí unos dulces tremendos como chimeneas de canela, un rol relleno de helado, una guarreria hiperdulce, una bomba que hay que probar al menos una vez en la vida, hay puestecillos por las calles donde lo venden barato, también salchichas etc y la Avenida Andrassy que son 2km y medio de poderio y Patrimonio Nacional con el edificio de la Ópera, la catedral, el Barrio judio a un lado y finaliza en el monumento a los héroes. Esta calle finaliza en un parque bastante chulo que es el Varosliget.
Son muy guays los conocidos como Ruin-bars (algunos de ruinosos nada) son edificios enormes con patio que quedaron semi destruidos después de la segunda guerra mundial que bueno fue un desastre para toda esta parte de Europa, se abandonaron y más recientemente el Ayuntamiento puso baratos en alquiler para que se gestionasen como hosteleria. El más famoso que tien su encanto pese a los turistas es el de
Szimpla Kertz. Un laberinto de estancias con aire punk que me recordó a la famosa okupa de Tacheles en Berlín pero en vez de talleres de artista con barras de cockteles, cervezas y limonadas. Koleves en la misma calle es un ruin bar reconvertido en restaurante hipster con un menú muy rico, a buen precio y opciones vegetarianas. Hay mucha comida y es espectacular el Mercado Central pero overbboking turistico y para mi un agobio así que nada, paré a mear que como pagas 50 centimos de euro al cambio y los cuida una señora, están bien los baños. En el barrio judio hay mucha marcha, restaurantes y tiendas kosher, judios, no veia tantos ortodoxos desde mi viaje a Nueva York y la segunda mayor sinagoga del mundo después de Jerusalén que es muy chula pero vale una pasta la entrada, tiene un pequeño cementerio que se ve desde el exterior y el famoso monumento conmemorativo del Arbol de la Vida. Siempre hay que recordar que esto fue un gueto y campo de concentración durante la guerra y que los nazis asesinaron a 600000 judios allí. Esto está siempre rpesente al igual que la fecha de 1956 con la matanza a los estudiantes que se revelaron contra el dominio de la URSS en los años más duros del comunismo, recordar también que hubo dictadura comunista hasta el año 89 que cayó todo y esto se nota en infraestructuras pero también en caracter. Comida también apuntar la pizza hungara o Langos que es una masa frita que sabe a churros y los ingredientes van por fuera y los crepes hungaros reinventados que son los Palacsinta.
La zona de Buda es un cuento, todo como un gran fake, con casitas medievales de colores, en una vivió el mago Houdini, el funicular (que es un poco timo) hasta el castillo, podeis verlo y luego ahorraros la pasta cogiendo un bus aunque a mi es que me gusta un montón esa sensación de trenecito y el Bastión de los Pescadores que es donde me encuentro en la foto.
No pagueis entrada para las terrazas que de gratis es suficiente para las fotos con vistas a Pest. Voy terminando ya diciendo que paseis por los cines Urania y os tomeis allí un cafetito tranquilo, ya no quedan cines así y para terminar la noche cerca del hotel hay un bareto así de rock muy autentico y económico que recomiendo el Kiado Kocsma. Hay un museo de arte que contemporáneo que no vi pero parece cutrin y es el único en toda Hungria porque en fin... allí todo se lo deben gastar en mantener el rococó y si quereis un poquillo de naturaleza hay una isla entre las dos orillas del danubio que está bien para pasear y ver una fuente tipo Montjuic- isla Margarita. En las dos ciudades hay muchas fuentes con mucha agua y estatuas enormes y el bronce destiñe. Ya no cuento más, el resto a descubrir. Bueno sí el aeropuerto está a un 1/2 en coche, si pedis un taxi son 40€ desde el centro y la terminal es la 2A para Ryanair, gastar allí vuestros ultimos florintos poruqe no os van a dar nada por ellos.
