viernes, 30 de agosto de 2024

Los Viajes de Totoro- Montreal

Este mes de agosto he tenido junto a mi amiga Natalia el placer de cruzar de nuevo el Océano y viajar a Norteamérica, concretamente a Montreal, la sorprendente ciudad canadiense que está en la región francófona de Quebec. Las lenguas oficiales son a priori indistintamente inglés y francés, pero los montrealenses en su mayoría hablan francés y todas las calles, información local, señaléctica etc va en idioma galo. También en comercios y cafés agradecen que al menos saludes en francés. No tiene un acento tan marcado como los franceses ni son tan snobs así que puedes probar a hablar un poquito. El nombre de la ciudad viene de la montaña que la rodea- Mont-Royal, se sube a través de una escalinata de madera desde el el barrio de Le Plateau y arribota del todo hay una cruz que se divisa desde varios puntos de la ciudad. Las vistas las imagino fantásticas y los canadienses son muy de naturaleza así que el parque fijo será genial pero mis piernecitas dijeron que no querían subir tan alto ni tanto rato. El parque está abierto desde el SXIX y hasta allí subió antes Jacques Cartier, el explorador francés (tiene parque, puente, plaza…) que es considerado “fundador” de la ciudad actual (SXVII) y descubridor del rio San Lorenzo, que atraviesa la isla de Montreal, porque antes ya había, como en toda América, población nativa indígena y el nombre de la ciudad en origen fue Tiohtià:ke. Actualmente se protege y reivindica a los pocos pueblos indígenas-descendientes que quedan en Canadá en un acto de pensamiento crítico y decolonial hacia los pueblos que fueron el origen del país, en un acto en realidad de contrición ya que durante las ocupaciones europeas de Francia primero y el Imperio Británico después esos habitantes en origen fueron masacrados en un genocidio que los gobiernos actuales quieren purgar reivindicando lenguas, cultura (la artesanía de la madera por ejemplo etc). El guapete primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha dicho que hay "un largo camino por recorrer para arreglar las cosas con los pueblos indígenas" pues eso. En el Museo de Bellas Artes de Montreal pude conocer la obra de la artista Alanis Obomsavin en activo con 91 preciosos años, ella es cineasta y artista sonora y activista por los derechos de los pueblos indígenas. El Museo está bastante guay, yo suelo visitar los de arte contemporáneo pero el MAC estaba cerrado en la semana en la que fui. Bueno, esta vez viajé como un SEÑOR invitado del festival MUTEK que celebra sus 25 ediciones entonces no gasté en viajes de avión y hoteles, pero si os puedo contar que no hay billetes directos desde Madrid (el mío fue vía Amsterdam) con KLM y costó cerca de 900E comprando con antelación, no es barato. El hotel en el que me alojé estaba muy céntrico y tenía muchas estrellas y un desayuno buffet fantástico con fruta, salmón ahumado y bagels que son superfamosas en Montreal, al igual que las carnes ahumadas por la migración judía del este de Europa. El hotel fue el Monville y muy bien, tenía una parada de metro cerca- Pace des Armes (junto al Palacio de Congresos de Montreal) y muy próxima ya a la Catedral de Notre Dame y la ciudad vieja y caminando a unos 10min llegabas al Quartier des spectacles (el barrio donde se concentran la mayoría de teatros y espacios dedicados a la cultura y por ende de las sedes del MUTEK). Muy cerquita, a una calle, del barrio Chino que es chinochino como los que ya vi en Nueva York y Los Ángeles. La lastima es que esa parte de la ciudad junto con uno de los lados (las calles son larguísimas, tipo cuadras neoyorkinas) de los Boul. Saint Laurent y Saint Caterine están llenos de pobres homeless, drogados, supongo de fentanilo y el nivel de pobreza en América es otra cosa y gracias a las diosas no tenemos ni idea en Europa de lo que significa. Por lo demás es una ciudad amable, tranquila y transitable. Hay muchos coches grandes pero también montan en bici y el metro va muy bien. Llegas al aeropuerto Pierre Elliot Trudeau. Tienes que sacar con antelación la eTa que son $7 canadienses (la vida allí es más cara pero el dólar está ahora más bajo que el euro)- tienes que llevarla porque si no, no embarcas si quiera en Madrid. También conviene registrarte como viajero internacional en ArriveCAN 72h antes del vuelo, así al llegar allí vas directamente a las máquinas, confirmas datos, te hacen el escáner facial y yalix. Tendrá un breve encuentro con un agente de frontera, con suerte habla español pero tofo fácil, nada nervios como en los vecinos USA. Después le das a otra agente el papelito con tu foto. El aeropuerto está a unos 30min en coche del centro. UBER funciona guay, aviso pero hay buses directos especiales. Yo es que tuve driver del festival 😉 Sobre el metro, transporte público- bus+metro- 10-trip Tickets: Es válido para 10 viajes. Este tipo de boleto se puede comprar en las máquinas de las estaciones del metro. El boleto para cada viaje puede ser utilizado hasta por 120 minutos. Su precio es de $28 dólares canadienses + tarjeta OPUS- 6 dolares- Conviene, fue lo que yo hice para estancias cortas porque ya digo que se camina bastante y fácil, comprar la de 3 dias- 19E (sin tarjeta recargable) Sobre el Quartier des Spectacles, allí está SAT, el teatro Monument National que es muy bonito y antiguo, la Plaza de las Artes y la Esplanade Tranquille, donde siempre hay un circo montado, la presencia de la música y actividades al aire libre de la ciudad es brutal, supongo también que aprovechan calles y espacio público en verano porque los inviernos son muy largos y las temperaturas bajan a – 20ºC (cuentan hasta con una ciudad subterránea para cuando nieva). La temperatura en agosto es de unos 23º. Un poquito más arriba está el Quartier Latino que es muy diver de pasear porque te encuentras con bares que dicen ser gallegos, ponen flamenco y venden tacos mexicanos 0.O por aquí se encuentra la Cinemateca del Quebec (¿os acordáis de Xavier Dolan? Es de Montreal) En mis paseos solo vi este cine y uno porno y ya, eso sí teatros y espacios para danza y escénicas un puñao. El barrio más trendy, igual hay más pero no me dio tiempo a conocer es el de Le Plateau que tiene muchos cafés de estos de especialidad y repostería vegana, tiendas vintage, mucho grafiti en los muros y se da todo un aire a Berlín. La ciudad es un mix de Berlín, parís y Nueva York. En Le Plateau están las bonitas casas de colores de la Square St. Louis. Esta sería la parte más berlinesa. La parisien es la Vieux-Montréal (Old town) que comprende la catedral y calles aledañas hasta el puerto y la neoyorkina con grandes espacios urbanos, avenidas, rascacielos y esculturas top, todo lo demás. Cruzando el puente está el parque Jean Dreapeau que mola mucho, Montreal está llena de espacios verdes y hay ardillas (castores no vi jeje). En el parque está el edificio más chulo de la ciudad Le Biosphere (donde la afoto) una de las utopías llevadas a cabo por el arquitecto visionario Buckminster Fuller con motivo de la Expo Universal del año 67, fue el pabellón de EEUU y es una cúpula geodésica cuyo interior cuenta ahora con un museo de medio ambiente. Entré, es caro pero merece la pena también por las vistas y formar parte de algo creado por Fuller. No muy lejos se encuentra la torre de Montreal y toda la ciudad olímpica, muy retrofuturista de cuando se celebraron olimpiadas en el 76. Fueron los juegos de Nadia Comaneci. Algo muy pintoresco de la ciudad son los antiguos edificios industriales y sus letreros, el más significativo, con neones y que hay muchos souvenirs en las tiendas de él es el de la fábrica de harinas Farine Five Roses. En cuanto a la comida, no es mala pero tampoco muy allá. Estuve en un mercado y hay mucho producto local, sobre todo de fruta y verdura por la cantidad de granjas que hay en la zona. Bagels, bocadillos de carne ahumada, rollo los de la serie The Beard, los más famosos son los de Schwartz’s pero siempre tiene mucha cola y te los ahcen en toos lados. El otro plato importante es La poutine (pronunciado putin) una marranería de patatas fritas y carne y salsas varias. Yo os recomiendo un par de sitios para comer; La Central(es como un espacio multicultural de restaurantes del mundo, venden hasta tapas y churros) y La Finca es una cafetería con terracita para brunchs, meriendas y tal que tiene su propio merchandaising. La propina es obligatoria, como en EEUU, un mínimo del 15% a aumentar en tu cuenta y solo pillan tarjetas de crédito, creo yo para asegurársela. Vaya que lleva poco cash a Montreal para un apuro si tal. Me despido ya con el artista local Martin Messier (a quien ya conocía por que trabajó con los Playtime hace unos años en Projectors que presentó en el MUTEK una instalación y una performance preciosa <3