jueves, 24 de abril de 2025

Los Viajes de Totoro - Paises Bajos

Este año mi jefa y amigue Natalia se ha puesto a trabajar en una cosa muy moderna que es ser booking manager con una agencia muy bonita que sale del proyecto She Makes Noise y que aglutina (ojito a la palabra) artistas mujeres y no binaries que se dedican a la producción de música electrónica y además experimental, ahí es nada. Holanda es uno de los países del mundo con más festivales de música y más volcado con la cultura electrónica. En enero y con muchooooooooooooo frio estuvimos unos días en la preciosa y chiquita ciudad de Groningen (se pronuncia Groninga) para asistir a un festival- mercado es decir que, aunque abren las actuaciones para público en general se organiza sobre todo para los profesionales de la industria que se llama Eurosonics y es loquísimo porque cabe todo en showcases de pequeño formato y entonces los promotores con pasta ven y compran. Nosotras al menos estuvimos protegidas por Catalan Arts que en su catálogo mueve gente bonita como nuestra artista de cabecera Adelaida, pero también Tarta Relena y la Rita Payés con toda la familia. La verdad es que las artistas catalanas molan más que las que lleva el gobierno español y la SGAE, esto es así. En cualquier caso, este festi es un poco circo porque la gente va a venderse. Groningen es la ciudad universitaria por excelencia de los Países Bajos, rodeada de canales es pequeña y bonita. Las bicis están por todas partes, parece que no, pero para alguien pequeñito como yo eso te genera ansiedad. En la Haya es peor porque se suma el estrés del tranvía. Me gustan los mercados de comida y de productos locales que hay siempre en esta zona de Europa. También los cafés, de los bares paso porque están todos dedicados a la cerveza y no bebo. Flipé con dar dos vueltas y encontrarme con un barrio rojo como Ámsterdam (no tan extenso ni turístico claro) No sé cómo se permite algo así. Mujeres mayores migrantes, “su chulo” a la puerta, luces rojas, ellas en los escaparates y luego ves las cortinas corridas en un país en el que todo siempre está al descubierto, este lado oscuro no mola nada. Groningen tiene una plaza bonita con un reloj, iglesias, en algunas de ellas suceden los showcases (digo showcases y no conciertos porque son más cortos) y calles paseables. En enero hacía tantísimo frio que tampoco me di mucha cuenta. La música y la industria musical son super importantes en Holanda. Holanda es junto a Gran Bretaña el país con mayor número de festivales de música. De hecho, se habla de “una burbuja de festivales” y en los dos últimos años han cancelado ya hasta 60. La burbuja como todo colapsa. Holanda además de música tiene flores siendo considerada la mayor industria floral del mundo y hay muchos puestos en la calle, mercados de flores, tulipanes principalmente. Groningen es la ciudad más al norte del país. Para llegar hay que ir en avión hasta Amsterdam y allí coger un tren que sale bastante regular y dura unas 2h. Para dormir estuvimos en un camping que nos ponían a las artistas del Eurosnics, bungalows junto a un lago, muy bonito pero alejado, como a 1h de la ciudad, para movernos teníamos bus lanzadera. En Holanda la comida es bastante mala como en Alemania, por cierto, que, aunque todo el mundo hable inglés, el dutch no sé a mí me parece un alemán sucio. Tampoco son muy guapers… nórdicos no son. Comida es eso salchichas, frituras, hacen como unas croquetas y cerveza. La otra ciudad que he conocido nueva es La Haya que en holandés se llama Den Haag. Para llegar mejor en tren desde Schiphol que es el estratégico aeropuerto de Amsterdam y quizás donde más tiempo he pasado, además de en mi casa en el último año. El tren son 45 minutos y salen regularmente además en época de festival se refuerzan horarios de noche. También se puede ir en tren desde Rotterdam, pero los vuelos Madrid-Rotterdam son más caros y con menos frecuentes. En Amsterdam estuve con mi colega Lorenzo que vive en el este de la ciudad, bastante cerca del centro y vive en un antiguo hospital reconvertido en co-living que esto de compartir es muy común allí, también alquilar en general teniendo en cuenta los precios bajos con respecto a España ya que la mayoría es parque público del estado y vivienda protegida. No se hace negocio con la vivienda vaya… En Amsterdam fui a un restaurante de comida yemení, reciclé vidrio por dinero en el super, vi tulipanes y flamencos en la noche y conocí el espacio Perdu, un precioso teatro-librería especializado en poesía que organiza eventos chachis. Aviso en Ámsterdam: No cojáis taxis, son exorbitantemente caros coger tranvía y tren desde aeropuerto hasta la Estación Central y desde allí tranvías, trenes ligeros o metro, pero pasad de taxis. Hay UBER pero no mucha flota y no te llevan hasta la puerta de las estaciones. El siguiente destino fue La Haya (Den Haag) que está a unos 40 minutos en tren desde el aeropuerto. Allí me invitaron a como comisaria internacional al festival Rewire que es un pasote y espero volver. Muy agradecido por esto. Allí dormí en el hotel Townhouse muy céntrico, muy bien, los desayunos no eran 5* como en mis anteriores viajes a Estocolmo y Montreal pero apañado. Quedaba muy bien situado de la distintas venues del festival. La Haya es una ciudad muy receptiva a toda la música, la sede principal Amare alberga el Conservatorio y hay un montón de teatros y salas de conciertos y clubes, se nota que hay sensibilidad por las artes escénicas y también financiación a cultura por parte del gobierno. Se nota también que hay red y tejido cultural. Es bonito ver un festi lleno y además bastante intergeneracional. En La Haya está el famoso cuadro de Vermeer La Joven de la Perla en el museo Maurithuis donde también hay obras de Rembrandt y los flamencos del Siglo XV (el edificio es muy bonito, pero estaba en obras y todo cubierto por una lona) también en La Haya está en un palacio las obras de Escher y se pueden visitar los Palacios reales, la familia real reside en La Haya no en Amsterdam y cuando está en palacio el rey se coloca una bandera. Muy popular es la plaza, repleta de bares y terrazas para turistas de Grote Mark y en la iglesia de al lado se hacen conciertos. La verdad es que las dos iglesias que vi estaban acondicionadas para conciertos y no me queda claro si dan misa. Es muy paseable y se puede llegar andando a todas partes, pero hay tranvía también para moverte fácil. El otro lugar importante es el Palacio de la Paz donde se encuentra el Tribunal Internacional de Justicia, me veis allí en la fotito, importante en estos momentos para que muevan ficha contra los malvados del mundo. Hay un mercadillo popular en el centro junto al palacio real donde comprar quesos típicos, las calles están literalmente coronadas y en el centro hay también tiendas bonitas y Vintage pero la ciudad es bastante cara en general. Para comer más barato podéis ir a un Spar que tenga comida preparada, ensaladas y yogures o si no restaurantes asiáticos y me llamó la atención que había bastantes libaneses, yemenís, turcos y de surinam. Kebaps por todas partes, vaya! Ya os advertí que la comida no es un fuerte de este país. Aquí no hay canales como en las otras dos ciudades, vi uno solo así que no debió ser importante en cuanto a comercio sin embargo cerquita está la playa con su noria, del Mar del Norte y aunque con tanto concierto no llegué a verla, fue una sorpresa saber del mar. Es una ciudad tranquila y súper segura. Os lo cuento todo mejor en mi crónica del Rewire para Teatrón.